Alemania ha prolongado sus controles con las fronteras de Austria y la República Checa hasta el 3 de marzo en un intento por contener las mutaciones de la covid-19, mientras la canciller, Angela Merkel, advierte de que se ha entrado ya en la tercera ola de contagios.
EFE
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El Ministerio del Interior comunicó hoy la decisión de extender esa medida, implantada el 14 de febrero en principio para diez días. Ya en ese momento, la decisión topó con las críticas tanto de los países afectados como de la Unión Europea (UE) por limitar la libre circulación en el espacio Schengen.
Desde entonces, solo se permite la entrada de ciudadanos alemanes o residentes en ese país, así como trabajadores trasnacionales, transportistas y otros sectores esenciales previa presentación de una PCR negativa hecha hasta 48 horas antes del ingreso.
Estas restricciones siguen a la consideración del Tirol austríaco, la República Checa y Eslovaquia entre las zonas de alto riesgo de la propagación de las nuevas variantes.
En esta categoría quedaron incluidas a finales de enero Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Lesoto, Portugal e Irlanda, lo que implica vetar la entrada en Alemania de los ciudadanos de estos países.
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